Adquirir un perro es un gran placer y aporta muchas ventajas pero sobre todo es una responsabilidad y un compromiso con algunas limitaciones. Es bueno seguir ciertos consejos y adoptar buenas prácticas para que todo salga lo mejor posible.
La importancia de la fase de formación
El Pomerania es muy vivaz y receptivo a las órdenes por lo que es bastante fácil entrenarlo. Sin embargo, tiene un comportamiento muy independiente y se codea con bastante facilidad con personas mayores que él. Por lo tanto, debemos enseñarle a tener precaución. Asimismo, tiene una fuerte tendencia a ladrar, lo cual debe canalizarse desde muy pequeño, y aprecia mucho la compañía de su amo por lo que es necesario acostumbrarlo desde pequeño a estar solo de vez en cuando. Como ocurre con todos los cachorros, tendrás que tener mucha paciencia al principio y aceptar que hará alguna travesura y pasará por una fase de adaptación en cuanto a limpieza.
“Limitaciones” diarias
Será necesario sacar a su pomerania con regularidad, varias veces al día para hacer sus necesidades si vive en un apartamento, y de todos modos con regularidad para pasear y hacer ejercicio. Se le debe alimentar en horarios regulares y cambiarle el agua diariamente. En cuanto a la higiene, se trata de un perro que requiere un cepillado regular porque tiene pelo especialmente abundante. Como toda mascota, también necesitará caricias y atenciones.
Peligros que se esperan
Su pomerania puede influir, por ejemplo, en sus planes de vacaciones. No podrás ir a todas partes con tu perro, aunque su pequeño tamaño facilite su transporte. En caso de ser necesario, necesitarás poder dejarlo al cuidado de una persona de confianza. Asimismo, un perro tiene un coste determinado: ya sea la compra, para algunos, para proporcionarle comida de calidad o los diversos accesorios que necesitará. Se deben tener en cuenta los honorarios del veterinario y también deberá planificar un presupuesto de aseo si no puede hacerlo usted mismo.
Responsabilidad a largo plazo
Su lado “felpa” tiende a derretirse, sobre todo cuando es un bebé, pero tiene una esperanza de vida de 10 a 20 años, por lo que es un compromiso a largo plazo. Tu vida puede evolucionar, ya sea a nivel familiar o profesional. Quizás también tengas que cambiar de alojamiento... En cualquier caso, tendrás que incluir a tu perro en tus planes. También es preferible que toda la familia se regocije con la llegada de tu mascota porque requerirá atención de cada miembro. Imponer un perro a alguien que no lo quiere puede provocar tensiones después. De hecho, el perro te pedirá ayuda con frecuencia y, en general, dependerá de sus dueños.
A pesar de estos pocos inconvenientes a tener en cuenta antes de acoger a un Pomerania, no hay que olvidar que se trata ante todo de una excelente mascota, jovial y cariñosa, que le aportará consuelo y compañía en el día a día. Por eso vale la pena hacer algunas concesiones.
Encuéntranos; https://www.facebook.com/SpitzDwarf. Pomeranian _